¿Conoces tu piel?
El primer paso para darle lo que necesita es conocerla en profundidad. Sin embargo, según diferentes estudios, la mayoría de los españoles no saben cómo cuidar su piel. Como consecuencia, un 69% de la población no la hidrata adecuadamente. Por otro lado, la mayoría considera que su piel es sensible, cuando la realidad es bien distinta, lo que puede llevar a proporcionarle unos cuidados que, como mínimo, no necesita, irritándola o haciéndola empeorar. Por eso, es importante conocer cómo es tu piel haciendo nuestro test, para poder darle lo que necesita.
Cómo cuidar tu piel según su tipo y necesidades
No todos los rostros envejecen de la misma forma, depende mucho del tipo de piel, de los hábitos y de factores externos. Mantén tu piel joven más tiempo anticipándote con los cuidados más adecuados. El 80% de los efectos del envejecimiento de la piel se produce por agresiones externas, y solo el 20% es debido a factores cronológicos, según los resultados de un reciente estudio presentado por la doctora Elisa Simonpietri, directora científica internacional de la firma Biotherm. Esto significa que la gran mayoría de los signos de envejecimiento se pueden ralentizar.
Si lo que quieres es lucir una piel sana y radiante, es esencial conocer y comprender cual es tu tipo de piel. Esto te permitirá seleccionar los productos correctos y crear una rutina que se adapte tus necesidades. La piel de cada persona es única. Sin embargo, hay clasificaciones que te pueden ayudar a identificar dónde encaja el cutis de tu rostro. Los principales tipos incluyen: seca, grasa, mixta, normal y sensible.
Identifica tu tipo de piel
¿Quieres saber cuál es tu tipo de piel y descubrir la clave para que luzca mejor?
Cada tipo de piel tiene sus propias características. Aquí encontrarás toda la información que necesitas para determinar cuál es tu tipo de piel. Para poder cuidar tu piel de la mejor manera posible es imprescindible que primero sepas qué tipo de piel tienes.
Para poder cuidar tu piel correctamente, es fundamental saber de qué tipo es. Y determinarlo no siempre es fácil, ya que cada piel es un mundo y, además, va cambiando con el tiempo. No obstante, la piel se puede clasificar en cinco grandes grupos. Descubre cuál es tu tipo de piel.
Para lucir un cutis sano, luminoso y sin imperfecciones necesitas conocer bien tu tipo de piel. Averigua cuál es el tuyo con nuestro test y presume de una piel perfecta mucho más tiempo.
De todas las cualidades de una piel sana y bonita, la luminosidad y la vitalidad son las que más valoran las mujeres, seguidas por la firmeza, sobre todo para aquellas que pasan de los 35 años. La suavidad, la ausencia de imperfecciones y la uniformidad en el tono (sin manchas) son los otros atributos más valorados.
Piel normal
Si tienes una piel suave, elástica, con poros pequeños, pocos granos y no tiende a irritarse ni a enrojecerse, lo más probable es que tengas una piel normal. Se trata de un tipo de piel equilibrada (ni muy seca, ni muy grasa), con buena circulación y sin manchas.
Las pieles normales son bastante resistentes y las más fáciles de cuidar, ya que suelen aceptar la mayoría de los principios activos que se emplean en los productos de cosmética. Eso sí, ¡no bajes la guardia! A pesar de ser menos propensa a presentar algún tipo de problema es importante que la cuides hidratándola y protegiéndola.
Piel seca
Si notas tu piel áspera, tirante y escamosa, se irrita fácilmente ante los agentes externos y a veces te llega incluso a picar, tienes una piel seca.
Las pieles secas tienen poros muy pequeños, suelen tener problemas para retener la humedad y sus glándulas sebáceas producen menos lípido de lo normal. Por ello es muy importante que la ayudes mediante el uso de cremas, aceites y bálsamos especiales para pieles secas.
Piel grasa
Lo más característicos de la piel grasa son sus poros de gran tamaño y los brillos. En estos casos, las glándulas sebáceas producen más sebo del necesario. Además, debido a que posee unos poros más grandes, es más fácil que la suciedad del aire entre en ellos y los tapone, lo que da lugar a la aparición de granos y espinillas.
Si tienes la piel grasa, te recomendamos que utilices productos con ingredientes antibacterianos que equilibren los niveles de grasa y que no te vuelvas loca con la limpieza excesiva. ¡Ah! ¡Tenemos una buena noticia! Las pieles grasas tardan más tiempo en mostrar los signos del envejecimiento.
Piel mixta
La piel mixta recibe este nombre porque combina dos de los tipos de piel que ya hemos visto con anterioridad: la norma o seca y la grasa.
Las personas que tienen una piel mixta suelen presentar acumulación de grasa e impurezas en la zona T (frente – nariz – barbilla), mientras que el área de las mejillas, boca y ojos suele estar normal o seca.
Si tienes este tipo de piel en Días Box te recomendamos que uses regularmente un limpiador suave y un humectante ligero, así tu piel lucirá más saludable y limpia.
Piel sensible
Una de las maneras más rápidas de saber si tu piel es sensible es ver si se enrojece con frecuencia. Este tipo de piel es muy susceptible a factores externos como la calefacción, la luz UV o el estrés. Las pieles sensibles son más delgadas, tienen los poros pequeños y tienden a secarse, atirantarse y picar cuando pierden el equilibro.
Ya que este tipo de pieles son tan propensas a la irritación es importante elegir productos dermatológicos con una acción suave y relajante que produzcan alivio y a la vez las haga más resistentes.
Todos queremos tener una piel impecable y reluciente, pero no a todas las personas nos sirve la misma estrategia. Por eso es importante conocer cuál es tu tipo de piel y así poder cuidarla con productos específicos.
El primer paso para mantener una piel perfecta y saludable es comprender que existen diferentes tipos de piel y para eso debes saber cuál es la tuya. No comerías un alimento que te causa alergia solo porque te han dicho que es saludable, ¿verdad? ¡Lo mismo vale para tu piel! Usar los productos inadecuados para tu tipo de piel es ineficaz e incluso podría ser dañino.
La piel se divide en cinco categorías: normal, grasa, mixta, seca y sensible. Seguro que la tuya encaja perfectamente en una de ellas. Aunque la piel puede cambiar debido al clima, la salud y el envejecimiento, el tipo de piel tiene un origen genético y se mantiene a lo largo de la vida.
No obstante, es importante no confundir los tipos de piel con los problemas dermatológicos. Los trastornos de la piel son problemas que aparecen en los diferentes tipos de piel. De hecho, en algunos casos personas que tienen distintos tipos de piel pueden sufrir los mismos problemas. Quienes tienen una piel sensible o seca, por ejemplo, son propensos a padecer irritación.
Condiciones de la piel
Cuando elijas tus tratamientos o productos de skincare, es importante saber diferenciar entre tipo y condición de la piel. Las condiciones incluyen arrugas, signos de envejecimiento, hiperpigmentación o sequedad temporal; pueden presentarse en cualquier tipo de piel. Por ejemplo, muchas personas consideran que la piel propensa al acné es un tipo. No obstante, las personas con todo tipo de piel pueden padecer acné.
Las condiciones de la piel tienden a cambiar con el tiempo, verse afectadas por el ambiente, por la edad o los cambios hormonales. Podría suceder que tu tipo de piel se vuelva más grasa en verano pero que necesite hidratación extra en invierno. También, experimentar más acné o piel grasa durante la adolescencia, o en tu periodo menstrual. En estos casos, las condiciones de tu piel habrán cambiado, pero tu tipo de piel permanecerá igual.
